Llegan las tradicionales fiestas de navidad, fin de año y comienza el verano, las vacaciones, qué mejor que disfrutar y disfrutar a pleno. Pero también es el momento en el cual suceden la mayoría de los choques, que luego llamamos ‘inexplicables’.
Los inexplicables, que luego en la investigación tienen explicación, porque aparecen los elementos que desencadenaron el choque. Para disfrutar debemos cuidarnos y respetarnos; entre los elementos que desencadenan los choques ‘inexplicables’ o inesperados, tenemos los excesos de comida, lo cual causa fatiga, cansancio, somnolencia etc.
Luego tenemos la ingesta de alcohol, que produce euforia, pérdida de reflejos, falta de percepción del riesgo etc.
El alcoholismo en los conductores se ha convertido en un problema de seguridad ciudadana. Los individuos, al ingerir alcohol, pasan por cuatro períodos, de acuerdo a la cantidad que se ingiere. Primero por un estado de euforia, del cual se pasa a un estado hipnótico, momento en el cual ya no se está habilitado a conducir un vehículo. A pesar de que este individuo manifestará que su capacidad para conducir no está disminuida, despreciando el riesgo. El tercer período ya es crítico, se ingresa a un estado narcótico, ‘borrachera’, para luego ingresar a una intoxicación aguda. Por lo tanto es imposible que alguien pueda conducir un auto, si ni siquiera puede caminar manteniendo el equilibrio. Por lo tanto si tomamos bebidas alcohólicas no debemos conducir vehículos.
Termina un año más, no termina nuestra vida ni la de los demás, actuemos conscientemente.
Terminemos el presente año siendo conscientes del camino difícil que hemos tenido que recorrer… que todo lo sufrido nos sirva para el próximo año retomar otro camino con mayor seguridad, donde los obstáculos sean superados y podamos disminuir la siniestralidad vial y sus peores causas. Buen año 2022. Salud !!!