Personal de inspección de la Intendencia de Canelones, detectaron que en una vivienda ubicada en calle Luís Batlle Berres y Ricaldoni, se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina.
Con apoyo del personal policial concurrieron al lugar, entrevistándose con el propietario de la vivienda, un hombre de 21 años de edad, constatándose música a un elevado volumen y la presencia de unas 100 personas las cuales no cumplían el protocolo COVID, procediendo a exhortar a que se retiraran del lugar.
Además pudo constatarse que frente a la vivienda donde se estaba llevando a cabo la fiesta, se encontraba un local comercial abierto fuera del horario permitido por el Poder Ejecutivo, quienes estarían proporcionando bebidas alcohólicas para la fiesta.