El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, explicó que se está negociando para que los privados puedan comprar carne sin hueso que frigoríficos paraguayos no pudieron colocar en Rusia debido al conflicto en Ucrania, sobre todo, ante el bloqueo económico. «La carne viene muy impulsada por el precio internacional», dijo y agregó que el año pasado cerró a 4.000 dólares la tonelada y ahora se encuentra en 6.000.
La suba de 25% del costo de estos productos en los últimos dos meses en Uruguay. Algunos cortes, como el asado y milanesas, oscilan entre los $290 y los $480 el kilo, y entre los $450 y $550 respectivamente.
«Paraguay tiene una reducción de precio en el ganado de más del 20%, es un diferencial muy importante porque la tercera parte de lo que exportaban no tiene colocación, y están buscando mercados alternativos», argumentó el ministro.
Por otra parte, Mattos descartó la alternativa de subsidiar ciertos cortes de carne o generar precios diferenciales, como habían propuesto tras el pedido de los vendedores de carne. «El libre juego de la oferta y la demanda son las que juegan su partido», afirmó, y agregó que «segregar el mercado siempre termina siendo algo difícil de controlar y negativo».
El jerarca aseguró que desde el gobierno se están haciendo «las gestiones necesarias para facilitar la importación de productos de la región que tienen alguna dificultad por el efecto de la guerra», aunque aclaró que dependerá de los privados que esto se lleve adelante.
Además, indicó que se puede apelar a las carnes aviares y porcinas. Se trata de carne envasada sin hueso. «Más accesibles pero con las garantías de inocuidad».
